LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y
SUS IMPLICACIONES ÉTICAS
Todas las investigaciones están llenas
de parámetros donde le es imposible al científico no sentir una curiosidad por
sobrepasarlos e ir mas haya para obtener otro tipo de resultados, o una mayor
cantidad de posibilidades, con una guerra interna que dice que esta bien y que
no, donde el científico debe saber poner esos limites para no sobrepasar lo de
los demás.
El uso de ideas o resultados preliminares
ajenos, sin permiso para hacerlo constituye una práctica ajena a la ética e
incluso comporta un robo intelectual o plagio científica. Hay quienes piensan
que hablar de “límites éticos” de la investigación es algo así como caer en
formas de censura que no permitan al científico desarrollar todas sus intuiciones
Las implicaciones éticas del
investigador son aquellas en las que se ven los lados positivos y/o negativos
que puede tener un avance científico, es decir, ver el daño o beneficio que
puede tener un descubrimiento o avance hacia la sociedad (pros y contras).
Siempre el científico debe de tener en
balance o equilibrio su rigor ético y científico, cuando hay mas rigor ético o
científico hay una descompensación y empiezan los
problemas, ya que puede ver su trabajo
desde un punto de vista mas ético o mas científico.
El rigor científico es un método que da
un resultado el cual sirve para comprobar o demostrar una hipótesis, mientras
que el ético involucra al científico como observador y persona. Además de todo
esto el científico debe tener un código ético que son normas o reglas que rigen
a la persona y las cuales debe cumplir.
Algunos ejemplos de ciencias que llevan
una gran implicación ética en sus investigaciones son bioética, biotecnología y
genética.
¿Cuáles son los límites mínimos
que podemos pedir al científico en su trabajo de investigación?
Podemos aplicar un esquema sencillo: límites en los fines u objetivos, límites
en los medios, límites en los resultados y en los costos económicos y sociales.
Límites en los fines:
está claro que una investigación que tenga como objetivo destruir vidas humanas
debe quedar totalmente fuera de nuestro horizonte. Por desgracia es algo que se
hizo en la Alemania nazi, donde se veían qué gases y qué métodos eran más
adecuados para los asesinatos de masa. Y es algo que se sigue realizando cuando
se buscan maneras más o menos refinadas para el aborto, el infanticidio, la
eliminación de ancianos o de personas enfermas, la construcción de “eficaces”
armas de exterminio, etc.
Límites en los
medios: una vieja sentencia ética afirma que un
fin bueno no puede justificar un medio malo.
La responsabilidad
de los científicos frente a las consecuencias o resultados de sus
investigaciones.
Este es un aspecto particular de
una cuestión de mucha mayor amplitud: el modo de usar el saber científico.
Resulta notorio cómo a estas alturas gran parte de los científicos e
investigadores desarrolla su labor en el área militar. Significa que nada menos
que la tercera parte de la investigación actual se dedica a la “ciencia” de
matar dejando en cuestión temas como los derechos humanos, la razonabilidad de
los propios científicos y otros. La ciencia pues, no sustrae al científico de
la responsabilidad de preguntarse a sí mismo por el sentido de su trabajo, el
objetivo de sus investigaciones y asuntos similares. Otro aspecto de gran
relevancia a tener en cuenta es el de los avances en materia genética, desde la
clonación de una oveja hace unos años hasta el preguntarse si se ha
incursionado en la era del homoclon icus ya configura in inquietante
cuestionamiento. Es entonces una gran responsabilidad de los científicos el
cuestionarse a cada tanto por el objetivo de sus investigaciones y el uso de
sus resultados. Las frases “la ciencia al servicio de los seres humanos”, “la
ciencia al servicio de la vida”, “la ciencia dirigida a satisfacer las
necesidades de la sociedad” quedan muchas veces reducidas a simples ligerezas
tópicas silos científicos se desproveen de las consideraciones éticas que
involucran no solo la ética de la ciencia, sino, y principalmente, la ética de
los científicos de lo cual, a mi criterio deriva todo el resto del tema. La
coherencia entre las conclusiones científicas a las que llega el investigado y
su modo de vida, es un aspecto ético de gran importancia. Se señala en el texto
como incoherente el investigar, por ejemplo, sobre los daños del tabaco a la
salud humana mientras se es un fumador empedernido. La simpleza de este ejemplo
puede resultar engañosa y peligrosa. En realidad, no existe posesión de la
verdad sino una búsqueda incansable y el esfuerzo para develarla y nadie tiene
derecho a imponer a los demás una interpretación particular. La adhesión y la
defensa de determinadas formulaciones teóricas y conclusiones científicas no
deben expresarse dogmáticamente sino que deben respetar el derecho de vivir según
las propias ideas y de criticar aquello que nos parezca incorrecto, lo cual
además constituye un deber. Es claro que, a algunos científicos actuales no les
preocupa compatibilizar su trabajo con la conservación de la naturaleza, por
ejemplo y ello constituye una gran falta de carácter ético que pone en riesgo
la vida en nuestro planeta y la existencia de la propia humanidad mientras
hierven en declaraciones de compromiso con la ciencia, al margen de sus
inconfesables lealtades.
Los límites éticos
de la ciencia: No son los únicos límites pues existen
además los límites presupuestarios, los socioculturales y los relativos alas
cuestiones que la ciencia puede plantearse; sin embargo éstos quedan fuera de
los alcances del presente trabajo.
La idea prevaleciente en algún
momento de que la naturaleza debe ser subyugada para entregarnos todos sus
secretos, atarla a nuestro servicio y esclavizarla, ha quedado pues, sin
ninguna validez. La época en que se experimentó con seres humanos ha quedado,
al menos eso esperamos, definitivamente descartada, por lo menos en el campo de
la ciencia oficial y por lo menos en los países con apego a la democracia y la
transparencia. Queda mucho por hacer, en cambio en la experimentación con
animales los cuales son sometidos a crueldades aún sin límites en aras de la
ciencia.
La bioética como nuevo rostro de
la ética científica. No se refiere a la ética de la biología humana, sino en
realidad a todos los aspectos de implicación de la biotecnología. Esta concepción
parte del supuesto de que la ciencia no es buena ni mala por cuanto estudia,
investiga y descubre lo que existe. La tecnología es otra cosa, su conocimiento
puede aplicarse de una u otra forma, es el caso de las técnicas de manipulación
del genoma humano.
El punto de partida para
justificar la ética de la ciencia se resume en el principio ético de que no
todo vale igual. Existe la distinción entre lo bueno y lo malo; que corresponde
a cada científico en su esencia como persona, decisión que queda en el plano
puramente personal y moral sin estar especificado por la ciencia ni por el método
científico. Cada científico de hoy y cada estudiante que va en camino de serlo,
tiene frente a sí la gran responsabilidad de plantearse el problema, de
enfrentarlo y de orientar su accionar en función de las consideraciones éticas
teniendo en cuenta que la pretendida neutralidad de la ciencia no es tal sino
que existe en función la orientación que el investigador le inserte al hacer
uso de ella.
Ilce L. Castillo
entonces que le podemos pedir a un cientifico?? etica u investigacion?? la investigacion es lo primero siempre y cuando sea enfocado a fines benignos, sin embargo esto implica cierto tipo de experimentacion donde pueden salir perjudicados terceros.. entonces el fin justifica los medios??
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